Odio (parte I)
¿Se puede hablar de odio sin antes haber odiado?
Imposible, injusto e invalorable.
La formula del odio es inútil
sale sin leer y es más visceral para hacerlo, más simple.
Cuando ya estamos odiando ya entendimos
el cuando , el porque y el que dirán.
Suelto el tornado
no hay opción que no sea correr
y el odiado , no tiene esa opción.
Bautizamos a Saúl , si ...así se llama; qué esa agua mágica tenga recuerdos
él tiene menos que Memento
sabe que no tiene que recordar
porque aparece el remordimiento y es una pimienta tremenda
que lo hace arder
hasta sentirse persona y eso Saúl , no lo es.
Prefiere llenarse de odio y transmitirlo
un dealer romántico
un desquiciado queriendo llevar a un juicio invisible
sus ideas de ser y sentir
esa maldición del tiempo!!
que nacen de a montones
y se mueren tarde , hasta placidamente.
Saúl , su apellido seria Odio
porque el real es un dato cariñoso
es injusto no mencionarlo porque sus padres
(todos tenemos padres)
No imaginaron ni en sus delirios
(todos tenemos delirios)
que este especie de ser seria así.
En fin, no pretendo que sea un principio
solo es una catarsis anunciada
ahórrate las sonrisitas estiradas
y las galletitas húmedas
No vas a convencerme!
ni remotamente
al motor de mis ideas
que empezaron a escribir.
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